Boticaria García explica que la anquilostomiasis o infección causada por parásitos que se cuelan en nuestro cuerpo suele ser asintomática, aunque puede ocurrir a veces que se producen erupciones cutáneas muy llamativas en la zona de la piel por la que entran.

Esta expone que si hay muchos en los pulmones, puede causar síndrome de Löffler, lo que puede generar tos, mientras que en la fase aguda, cuando estas larvas se encuentran en el intestino, pueden provocar dolor cólico, falta de apetito, flatulencias, diarrea o perdida de peso.

Además, indica que si no se trata, puede derivar en una infección intestinal crónica grave y el signo típico es la anemia ferropénica, con síntomas como la palidez, disnea, debilidad o taquicardia. También puede afectar a los niños y a mujeres embarazadas, que tienen que tener especial cuidado porque "puede tener consecuencias para el bebé", advierte.