Una chica hace creer a su padre que le ha roto el cuello. Ella le pide que le haga un masajepara intentar aliviar un poco el dolor en esa zona, su padre accede y, mientras presiona poco a poco, ella muerde una pieza de pasta para simular un sonido quebradizo.

Este, asustado, suelta sus manos y le pregunta qué ha pasado, pero ella no puede contener la risa y él se muestra sorprendido por la situación. Finalmente, esta le cuenta que todo está bien y que se trata de una broma.

"¡Qué realismo!, suena como mi tobillo por la mañana", comenta Iñaki Urrutia, que advierte que nunca haría esta broma porque "a lo mejor después os rompen una vértebra, pero de verdad".