Una mujer y su nieta practican parakiting en la playa. Se trata de una actividad acuática en la que una persona sujeta a un paracaídas es remolcada por una lancha y se eleva para disfrutar de una perfecta panorámica del entorno.

Todo transcurría con normalidad hasta que, desde la barca, les indican que se fijen en un grupo de delfines que nadaban cerca, pero la niña los confunde con tiburones y entra en pánico. Esta comienza a gritar aterrada y su abuela intenta calmarla aclarándole que no lo son, pero ella insiste.

Finalmente, consigue tranquilizarse y se justifica exponiendo que la cola de los animales le había hecho confundirse. "Como les ha visto cola, solo podían ser tiburones o ingleses haciendo nudismo", bromea Iñaki Urrutia.