Alberto Rey llega al plató de Zapeando para hablar de un hombre "que no es un actor, es una religión": Bill Murray. Este icono cinematográfico, señala el crítico de cine, es "una de las personas más queridas de Hollywood, pero también una de las más difíciles". Esto se debe a que no tiene teléfono: "tienes que llamar a un número de atención al cliente donde dejas tu mensaje y él te responde". Esto provocó que Bill Murray haya perdido papeles protagonistas en clásicos como 'Atracción fatal' o '¿Quién engañó a Roger Rabbit?'.

Además, tampoco tiene representante, asistente ni publicista, de manera que acude a los rodajes completamente solo. "Nadie realmente conoce a Bill Murray", comenta Rey, que en el vídeo sobre estas líneas repasa algunas excentricidades del actor, entre ellas plantarse en la mansión de George Clooney sin avisar y con una camiseta con la cara de éste o estampar un carrito de golf contra un escaparate en Estocolmo.