Después de recibir continuas quejas sobre la comida de la residencia Rector Estanislao del Campo, Alberto Chicote intenta hablar con sus responsables. El presentador recibe una negativa desde las puertas del edificio ya que, según explican, "hasta que la dirección no lo autorice no puede entrar, y ésta no ha llegado aún". Un comentario que los propios estudiantes desmontan ya que, según afirman, "la dirección ya está en el centro" porque "se tira" en él "toda la mañana".

Esta residencia es pública y pertenece a la Universidad de Sevilla. Su gestión la lleva una empresa privada que, a su vez, ha contratado a una empresa de catering para que elabore la comida. Ante la negativa de poder acceder al lugar, Chicote decide llamar por teléfono a María Ferrara, la directora, pero recibe una sorprendente respuesta: quien contesta a la llamada afirma que la mujer no se encuentra en ese momento.

Momentos después, Chicote recibe la llamada la directora, quien destaca que no quiere salir en televisión ni dar declaraciones, y explica que no le consta que haya quejas por la comida. Además, la mujer resalta que duda de la procedencia de las fotos que muestran los residentes. Por todo ello, Chicote decide volver a hablar con la directora, pero, esta vez, junto a los universitarios y delante de las puertas de la residencia.

"¿Me puedes escuchar?, no voy a entrar en hablar por medio de otra persona por teléfono porque no tengo la necesidad", responde tajante la María Ferrara al presentador. Un tenso momento que continua cuando ésta afirma que no ha recibido quejas, algo que indigna a los residentes: "Es muy fácil decir que han venido cuando no han venido".

Otros momentos destacados

Alberto Chicote también entrevista a la vicerrectora de la Universidad de Sevilla, que asegura que las residencias del centro siguen "criterios desde la calidad del servicio al tipo de menú", algo que dista de lo encontrado allí por el cocinero.

Además, Chicote ha acudido a la residencia habilitada para los hijos y nietos de los agentes de la Guardia Civil, la Duque de Ahumada. Un centro que dista de lo esperado, según un propio miembro del cuerpo, que ha dado su opinión sobre la calidad de la comida de la residencia: "Nuestra indignación nace porque el servicio no es el que los padres están esperando".