"Yo tengo un sitio en una casa, en el campo, y allí lo podría hacer". Esta es la respuesta que encuentra una redactora de ¿Te lo vas a comer? cuando le pide a un catering que ha encontrado en internet que le haga una prueba de menú. Ella se ha hecho pasar por una novia interesada en contratar un banquete para la celebración y el encargado de este servicio le da todos los detalles acerca de cómo trabajan.

Tras reconocer que no dispone de registro sanitario, se justifica. "Yo hago la comida en el día y todo eso", asegura. Tiempo después, envía una propuesta de menú al correo electrónico: un cóctel de siete tapitas variadas y como plato principal, solomillo al whisky. Todo por 50 euros por persona.

"Decidimos cerrar con él una prueba de menú y de paso, aprovecharemos el encuentro para que nos enseñe el sitio donde podría ser la celebración", cuenta Alberto Chicote. La redactora se monta con Manuel, el hostelero, en el coche para ver los salones y él le narra cómo transporta la comida en ese mismo vehículo. "Yo tengo tápers y lo voy echando todo en tápers".

Él cocina todo en su casa. "Las tortillas, el sofrito de marisco, la carrillada". Y todo eso, "con tres peroles". "Yo soy pensionista y no me puedo meter, por ejemplo, en un cortijo grande que llegue una inspección y digan: 'Bueno, si usted es pensionista'", confiesa. Él también se encarga de organizar a los camareros y de llevarla a visitar los sitios en los que puede realizar el banquete.

Tras este paseo, lleva a la periodista a la casa. "Vais a comer como en el mejor restaurante de Madrid", le asegura. "Tendría que tener en cuenta a los alérgicos, ¿no?", duda ella. "Tú no preguntes nada", le recomienda. "El que sea alérgico ya te lo va a decir", razona. Todo se paga por Bizum y no "hace falta" ningún tipo de factura.