Alberto Chicote y el equipo de Te lo vas a comer pone su foco en las cocinas clandestinas, supuestos negocios que venden "comida casera" a través de redes sociales. El resultado guarda todo tipo de sorpresas en el camino.
En el programa, pudimos ver grandes momentos que han sido muy comentados por los espectadores, desde el ghosting que sufre Alberto Chicote a su sorpresa con una mujer a la que pilla vendiendo comida de manera ilegal.
Y es que el equipo de Te lo vas a comer encarga varios platos a una cuenta que vende comida casera en redes sociales y queda con la dueña en Majadahonda, una de las rentas más altas a nivel nacional. Tortilla, croquetas y puré de patatas para acompañar a las carrilleras. "Todo caserito", asegura.
Alberto Chicote la encuentra otro día en uno de sus repartos. El chef alucina al ver que trae la comida en bolsas de una conocida tienda de ropa y, además, "¡con un perro en el coche!".
En el programa, Te lo vas a comer pide "comida casera" en tres sitios diferentes que aparecen en Internet. En uno de ellos, la comida aparece en bolsas de plástico anudadas. Pese a no haber ni rastro de garantías sanitarias, aunque aseguran que "todo es limpio y fresco".
En Te lo vas a comer también se pide una tarta en uno de los lugares que más éxito tiene en redes sociales. "Quiero saber cómo se realiza esta tarta, dónde se hace...", dice Chicote. Al no recibir respuestas, llama por teléfono a la dueña con las mismas preguntas y esta le ofrece quedar un día para enseñarle los permisos y el sitio donde prepara los postres. Sin embargo, nunca más consiguió hablar con ella.
En Ourense, Chicote intenta conocer qué locales de hostelería trabajan sin todas las garantías. Así, dan con Abastos Churrasco, un restaurante de comida para llevar. Chicote ve un recipiente grande de goma, en el suelo, lleno de patatas fritas: "¿Te dejan tener la comida en el suelo?".