Además de publicar una encuesta en Twitter (de la que conoceremos los resultados más adelante), Alberto Chicote quiere preguntar a los ciudadanos cara a cara si confían en las reseñas online de restaurantes. "Estamos haciendo un programa para laSexta acerca de las reseñas de los restaurantes en internet. ¿Vosotros, cuando vais a elegir un restaurante, consultáis las reseñas? ¿Os fiáis?", pregunta el presentador de ¿Te lo vas a comer? a un grupo de jóvenes.

"Depende", responden ellos. Su táctica es comprobar el número de reseñas que tenga el sitio, más que la calificación en sí. "Muchas veces, un sitio tiene 5 estrellas pero tiene 10 reseñas", responde una de las chicas. Otro hombre lo tiene claro también: "si hay muy pocas reseñas y son todas muy buenas, son los dueños y sus amigos". Aunque también hay mucha mala intención oculta tras los comentarios negativos, opina. "Hay gente que piensa que cuando llega a un restaurante y ya es su dueño".

"Yo creo que, normalmente, cuando la gente pone una reseña, si es buena o mala, la ponen con conocimiento de causa y sí que es cierto", opina otro chico. Una pareja afirma tener muy en cuenta las recomendaciones de los influencers. Ellos mismos también suelen publicar algún que otro comentario. "Hacemos el trabajo de influencer sin cobrar", bromea ella.

En este momento, el debate toma otra perspectiva. ¿Se escriben más reseñas positivas o negativas "en plan venganza"? "Hay mucha gente resentida", responde otro de los encuestados por Chicote. Y es que solemos escribir cuando estamos "cabreados".

Para invertir esta tendencia, desde los propios restaurantes se pide a los clientes que se escriban algunas palabras alabando al restaurante, afirman algunos viandantes. "Vivimos en una época muy digitalizada y la gente se guía mucho por eso. Los camareros, muchas veces, quieren convencerte".

Pero, ¿sabemos los españoles que hay empresas que se dedican a vender reseñas positivas? En el vídeo principal de esta noticia puedes ver la reacción que tienen los entrevistados cuando descubren el 'negocio sucio'.