Isabel Aires, experta en Comunicación y Marketing gastronómico, realiza con Alberto Chicote un experimento en pleno centro de Madrid para demostrar cómo llama la atención que un alimento lleve la etiqueta de "casero", o "artesano".

La experta explica que estamos en una época en la que queremos llegar al origen, a la tradición, y esto lo usan las marcas para vender: "Si pones ciertos estímulos que te recuerdan a la receta que te dejó tu abuela, vas a comprar ese producto".

Además, al poner "artesano", las marcas suben el precio "en torno a un 20 ó 30%", por lo que la marca gana, aunque al darle la vuelta al bote, o la caja, y leer la etiqueta veamos que realmente no tiene nada de "artesano", ni "casero".

Gente de todas las edades se acerca a realizar el experimento que se puede ver en el vídeo: lo etiquetado como "casero" llama la atención de los viandantes y al ver los ingredientes de los productos, la sensación es unánime: "Nos están engañando".