Carlos Gómez, dueño de Barú Catering, acumula inspecciones, licencias y registros para controlar que su comida ofrece todas las garantías necesarias. El empresario invita a su cocina a Alberto Chicote para enseñarle todo lo que ha tenido que hacer para crear un servicio de comida a domicilio.

Su empresa, Barú Catering, tuvo que adquirir la licencia de comercio de comida preparada con obrador y catering para poderse llevar a cabo. Así, explica a Chicote los requisitos que le pedían: "suelo antideslizante, extintores, un cuarto para la basura..." y asegura que antes de conceder el permiso van al local para "comprobar que todo esté en orden". En total, una inversión de unos 50.000 euros, nada que ver con la metodología que siguen las cocinas clandestinas que investiga Te lo vas a comer.