"Rusia está deliberadamente preparando las bases para un desastre a gran escala en el sur de ucrania. Tenemos información de que los terroristas rusos han minado la presa y parte de la planta hidroeléctrica de kajovka. Más de 80 poblaciones están en riesgo de inundación rápida, includio Jersón". Son las palabras que esgrimió este mismo viernes Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania.

Volar una presa en Jersón, ese sería el plan del presidente de Rusia, Vladímir Putin, según Zelenski. En concreto, el grandioso embalse de Nueva Kajovka. Tiene una superficie de agua superior a 2.100 kilómetros cuadrados. Es decir, más de tres veces la extensión de la ciudad de Madrid. Si Putin la volara, generaría un tsunami sin precedentes. Jersón y otras 80 localidades quedarían bajo las aguas del río Dniéper.

Para hacerse una idea aproximada, equivaldría a un ataque con armas de destrucción masiva. Según los medios ucranianos, la inundación duraría al menos tres días y se formarían olas aniquiladoras de 5 metros de altura. Afectaría a la central hidroeléctrica de Kajovka y también a la central de Zaporiyia. La podría dejar sin agua necesaria pare refrigerar los reactores. ¿Es esto una maniobra kamikaze?

Putin quiere frenar los avances del ejército ucraniano a toda costa. De hecho, el presidente de Rusia emula a otro líder ruso, a Stalin. Voló una presa sobre el río Dniéper en esta misma región para contener el avance de las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial. Ahora, Rusia quiere evitar a toda costa perder Jersón porque es una de las vías principales a la Península de Crimea.

Esta amenaza se suma a los continuos ataques de Rusia a las centrales eléctricas de Ucrania que pretenden dejar el país a oscuras. En nueve días, los ataques rusos han destruido el 30% de las centrales eléctricas de Ucrania. Es una especie de tortura a los ucranianos. Así lo cuenta un diputado del Kremlin: "La ausencia de electricidad significa ausencia de agua, ausencia de refrigeradores, ausencia de alcantarillado. Después de una semana con la electricidad totalmente cortada, la ciudad de Kiev estará nadando en mierda".

"Estamos proyectando la avalancha de refugiados hacia las fronteras occidentales. ¿Cómo se vive en un país donde nada funciona?", ha continuado jactándose dicho diputado. Los ucranianos ya están tirando de fuego para calentarse, y eso que no hemos entrado aún en el invierno, cuando la temperatura media en el país está por debajo de los cero grados y en algunas zonas alzanzan los 20 bajo cero.