Pese a que Pablo Iglesias anunció su retirada de la política en mayo de 2021, pocas horas después de perder las elecciones contra Isabel Díaz Ayuso, sigue más presente que nunca. Designó sucesora como líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo a Yolanda Díaz, pero en los últimos días se han sucedido las críticas a la vicepresidenta por su falta de apoyo a la ministra de Igualdad, en el disparadero por los fallos en la ley del 'sólo sí es sí'.

En un tuit publicado en su cuenta, Iglesias ha calificado de "miserable, cobarde y políticamente estúpido" el "ponerse de perfil cuando machacan a una compañera", un dardo que parece dirigido al liderazgo de Díaz, inmersa en el lanzamiento de su plataforma Sumar, con la que pretende concurrir a las elecciones generales. No es la única vez: en la universidad de otoño de Podemos, su antiguo líder también lanzó un mensaje a su sucesora: "¿Quién piensa que le puede ir bien a las elecciones generales a una candidatura de la izquierda si a Podemos le va mal en las elecciones municipales y autonómicas? ¡Hay que ser estúpido!", dijo.

Por su parte, Díaz prefiere no contestar a las acusaciones. "No vamos a la política para hacer ruido, para jalear", ha asegurado en uno de los actos de escucha de Sumar.

El tutelaje que hace Pablo Iglesias de Podemos es llamativo, teniendo en cuenta lo que opinaba en 2015 de los conocidos como "jarrones chinos", es decir, expresidentes como Felipe González o José María Aznar que seguían presentes en la vida pública para cuestionar las decisiones de los actuales dirigentes del partido.

"Felipe González es como una sombra siniestra de lo que representó para este país. Usted ya ha sido presidente, lo tiene todo, la necesidad de salir, de decir, aunque ponga en riesgo a su propio partido...", asevera en declaraciones de octubre de 2015. "Son como drogadictos que necesitan tener esa presencia pública", afirmó entonces.