El problema de la vivienda es la principal preocupación de muchos jóvenes y no tan jóvenes que se ven obligados a alquilar habitaciones y a compartir piso ante los precios disparados de los alquileres en Madrid. "El piso donde yo vivo costaría 2.300 euros al mes, y lo compartimos entre cuatro personas, por lo que yo pago casi 600 euros", señala una joven. Otro señala que con su salario de 1.500 euros "no da para vivir en Madrid".

Sofía, trabajadora de Formación Internacional de 31 años, cuenta que en su grupo de amigos todos comparten piso (incluida ella) porque no tienen otra opción. La mujer muestra a Sábado Clave cómo es la vivienda que comparte con otra chica. "La cocina es muy pequeñita y mi habitación también lo es. Por ella pago 500 euros", señala, a lo que añade que el precio que paga por el alquiler "va subiendo todos los años". "Me encantaría tener un piso para mí sola y tener mi espacio y mi intimidad, pero con estos precios y con mi sueldo, lo veo inconcebible", expresa Sofía.