Recientemente ha sido conocido el caso de Leticia Dolera y la polémica por la censura de Instagram. La actriz se fue al río con una amiga, se bañaron desnudas y Leticia sacó una foto de su amiga en la que se veía un pezón saliendo del agua. Tras colgar la foto, Instagram la censuró.

Sin embargo, la actriz volvió a colgar la foto con un pequeño cambio, una aspa en el pezón, para burlar la censura de esta red social. Lo curioso de todo esto es que, si el pezón hubiera sido masculino, no habría habido problema.

Y es que las reglas de la censura en Instagram son un poco difusas. Leemos lo que dicen: "Se aplican a fotos, vídeos y determinado contenido digital que muestren actos sexuales, genitales, primeros planos de nalgas totalmente al descubierto (...) y algunas fotos de pezones femeninos".

Y con todo esto nos podemos preguntar: ¿Por qué sí puede haber fotos eróticas en las que, menos el pezón, se ve todo lo demás? Tampoco hay problema si en lugar de en una fotografía, los pezones están dibujados.

Fue Lina Esco quien creó un debate gracias a que en 2011 intentó emitir su documental que denunciaba cómo en su país es un delito que las mujeres enseñaran el pecho y que tuvo el respaldo de numerosos rostros conocidos.

La excusa que se suele poner EEUU es que son imágenes que ven los niños. Sin embargo, los menores ven en EEUU 16.000 asesinatos y 200.000 actos violentos. Aunque, irónicamente, parece que lo que preocupa es que vean un pezón.