En las últimas décadas, la liturgia de ir al cine ha cambiado completamente. En el vídeo sobre estas líneas, varias personas recuerdan cómo fueron sus primeras experiencias delante de la gran pantalla. "Mi novio y yo estuvimos ahorrando un año para poder ir al cine mientras estuviese en la mili", comenta una mujer, mientras otro hombre relata la historia detrás del primer beso a su esposa en el cine Versalles: "Llevábamos como diez meses, no se me olvidará nunca la película que vimos".

Esta misma persona también explica cómo era su trabajo en un cine durante aquellos tiempos como caramelero, un oficio que muchos incluso desconocen, y que junto a otros, como el del acomodador, han desaparecido prácticamente.