Bárcenas y Cospedal, cara a plasma en los juzgados de Toledo. La secretaria general del PP llegó puntual, a las diez de la mañana y con paso firme. Dentro ya le esperaba Bárcenas. Aparentemente tranquilo, trajeado, con corbata y hasta con pañuelo en la solapa.

Cospedal en primera fila, Bárcenas en el televisor. Así estuvieron tres horas y 45 minutos, el tiempo que duró la vista en los juzgados.

María Dolores de Cospedal apenas se movió durante la declaración de Bárcenas. Permaneció sentada, seria y con los brazos cruzados, excepto cuando Bárcenas dijo que le entregó en mano un sobre con dinero.

La secretaria general casi choca contra un árbol al dejar el juzgado. Salió rápido, mirando a los periodistas y por eso no lo vio. Fue la anécdota del día.