Natalia Gálvez, joven sobrecualificada y precaria, tiene una carrera, un máster, un posgrado, habla inglés. Sin embargo, al no haber encontrado hasta el momento un trabajo de calidad, ha decidido ponerse a estudiar "unas oposiciones para Educación Primaria". "Quiero ser funcionaria, pero estoy en una situación en la que estoy trabajando y a la vez opositando", señaló, tras lo que expresó que su "suerte ahora mismo" es que trabaja "ocho horas a la semana", por lo que le da "tiempo a estudiar".

Así, Gálvez contó que viene "de una familia de un nivel socioeconómico medio", y no quiere que le paguen "todos los caprichos", por lo que lleva "trabajando desde los 18 años en trabajos precarios", como de "camarera o captadora de socios". "Ahora, por suerte, estoy en el ámbito que me gusta, de educadora, pero trabajo ocho horas semanales", subrayó.

Ante esta situación, al única salida que ve a su futuro laboral es ser funcionaria: "Entrar a un colegio privado es muy difícil y, además, yo estoy totalmente a favor de la educación y la sanidad pública y creo que no deberían de hacerse recortes", defendió la joven.