El cine imaginó en 'Mad Max' un futuro desértico donde el agua era el bien más escaso y se racionaba como un privilegio. Ese mundo utópico es cada vez más real en España desde hace cinco años.

"Estamos ante episodios de sequía que cada vez son de menor duración, pero con más intensidad", alerta Jorge Olcina, catedrático en Geología. "Si además le unes un aumento de temperatura por encima de la media, se convierte en una combinación bastante explosiva", indica el catedrático Julio Berbel, como puede observarse en el vídeo situado sobre estas líneas.

La sequía acumulada ha dejado varios embalses al mínimo de su capacidad. "Va a haber unas pérdidas brutales en la agricultura", sostiene Berbel. Gran parte de las cosechas se han perdido, aunque los expertos avisan de otros riesgos letales. "Tenemos que pensar en depósitos que permitan almacenar agua por si nos faltaran lluvias durante dos o tres meses". Algo que no está "bien planteado" en España salvo "en dos o tres ciudades", sostiene el experto.