El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha confirmado en laSexta Noche que "el Ingreso Mínimo Vital va a estar en mayo". Una medida que ha defendido como "fundamental" porque "hay mucha gente que está en una situación desesperada" y con "muchas dificultades para llenar la nevera".

Iglesias, que ha asumido que se han cometido "errores de comunicación" en la gestión de la crisis del coronavirus -"sería absurdo negarlos", ha dicho- ha reconocido que "en el Gobierno se discute y después se llega a acuerdos" y que, en el caso del Ingreso Mínimo Vital, se discutió sobre "el momento" para su implantación.

En este sentido, el líder de Unidas Podemos ha defendido que, en plena cuarentena, su puesta en marcha inmediata era "fundamental" porque "en el confinamiento la gente no se puede buscar la vida mediante mecanismos informales".

"En el mes de mayo vamos a tener un Ingreso Mínimo Vital", ha asegurado Iglesias, que asimismo ha hecho hincapié en que quien reciba esta renta mínima "no se lo va a llevar a una cuenta en Suiza".

"El Ingreso Mínimo Vital va a estar en mayo", ha reiterado Iglesias, que ha asegurado que la medida se materializará aunque para ello los ministros se tengan que "quitar horas de sueño". "Hay muchas familias españolas que están en una situación desesperada", ha recordado.

Iglesias responde a Maroto

En laSexta Noche, Javier Maroto (PP) ha dejado una pregunta que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha respondido minutos más tarde. La pregunta del senador de la formación liderada por Pablo Casado ha sido clara.

"El responsable de las políticas sociales es Pablo Iglesias. Él, que tanto presume y tantas ruedas de prensa da, ¿qué responsabilidad tiene como responsable de todas las residencias de ancianos en toda esta crisis?", se preguntaba Maroto.

Pablo Iglesias cree que la crisis del COVID-19 "está poniendo encima de la mesa el drama que ha representado la privatización de buena parte de las residencias de mayores en nuestro país", además de "la presencia de fondos buitre" y la "enorme precariedad" en la que trabajan los profesionales de estas residencias.