La familia de Lydia Sainz-Maza ha sufrido uno de los llamados 'efectos colaterales' de la pandemia de coronavirus. Cuando la sanidad se satura ante crisis sanitarias como esta, no se pueden atender bien a pacientes con otro tipo de patologías. Es lo que ha sufrido Lydia, cuya hermana ha fallecido de cáncer de colon a los 48 años después de estar durante meses manifestando por teléfono los síntomas que estaba sufriendo a causa de su enfermedad.

"La pandemia nos ha quitado uno de los derechos fundamentales, el derecho a a una sanidad pública digna, y eso ha llevado a mi hermana al cementerio", ha denunciado en laSexta Noche Lydia, que ha puntualizado: "No es porque el sistema público haya estado saturado, ni porque los pacientes hayan tenido miedo de acudir al médico. Lo que ha ocurrido es que se ha levantado un muro infranqueable en atención primaria y no hemos podido acudir a centros de salud durante meses".

Por este motivo, Lydia ha reclamado que acaben ya las atenciones telefónicas para evitar casos como el de su hermana. "¿Cómo puedes diagnosticar bien sin ver a tu paciente?", se ha preguntado, considerando que el sistema público de salud "no puede tener unos protocolos antiCOVID como los que tiene": "¿Por qué podemos irnos de compras, por qué el metro va hasta la bandera, y no podemos estar todavía, un año después del inicio de la pandemia, en las salas de espera? Es inadmisible".