María Galiana defiende que la política actual "no tiene oradores como los de antes" y como ejemplo pone el discurso de Emilio Castelar en la I República en contra de la esclavitud que hizo cambiar el pensamiento de toda una sociedad.
"Ahora los discursos son catastróficos", opina la actriz, para la que los políticos actuales no defienden una línea de pensamiento o de actuación, sino que se dedican a decir por qué van en contra de su rival incluso en lo personal.
Por eso, piensa que los partidos nuevos no han regenerado el discurso y que el Congreso, más que un lugar de altura intelectual, cultural o de educación, "parece una corrala de vecinos".
Además, cuenta que los discursos la hacen desconfiar porque "es difícil confiar en una persona que no tiene argumentos para defender lo que lucha". Y continúa: "Sigo esperando a que digan algo de sus programas, porque solo se dedican a atacar al contrario". Por todo ello les recuerda que ser político significa servir a los demás.