Karlos Arguiñano se sincera acerca de sus orígenes y de la relación con su padre, con el que no compartía su orientación política. El cocinero se define como "rojo chillón".

"Vengo del metal, del mundo obrero", comenta con Yélamo. Sobre su padre, le define como una persona "súper", pero lamenta que estuviese "equivocado". "Mi padre era de la División Azul, me negaba el Holocausto gritándome", recuerda.

Añade que su padre "era muy pobre, pero muy de derechas". "No le entendí nunca. Le dije: 'Menos mal que ganásteis la guerra, si la llegáis a perder...'", ironiza Arguiñano.