Apagones masivos y miles de familias sin gas ni agua. Es el objetivo que persigue Putin para los ucranianos con la llegada del otoño. Algo terrible a ojos de Europa porque la nueva estrategia de Putin se basa en el terror energético. "Rusia está atacando todo tipo de infraestructuras en Ucrania. Por un lado, todo que ver con energía eléctrica, y por otro, las centrales donde se calienta el agua y se bombea a las viviendas", ha advertido Jesús Manuel Pérez Triana, experto en seguridad y defensa.

"(Putin) está buscando desmoralizar a la población y hacer más difícil la vida diaria ahora que se acerca el invierno. Espera que, de ese modo, pueda conseguir algún tipo de ventaja en el campo de batalla", ha analizado Jesús Núñez Villaverde, del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria. Para lograrlo, Rusia utiliza drones iraníes llamados 'Shahed-136': son baratos y guiados por GPS. "Con su pequeño tamaño son difíciles de detectar por los grandes sistemas de defensa", ha destacado Pérez Triana. Ya hay un 40% de centrales eléctricas destrozadas.