Yolanda sufre una situación muy dura en su día a día. Se ve obligada a tener dos trabajos y a trabajar 12 horas cada día para poder subsistir. Tiene una hipoteca que pagar que, en su siguiente revisión, llegará a los 1.100 euros mensuales, a lo que se suma una situación todavía complicada con una inflación disparada.

"Llevo semanas sin comer fruta. ¿Y salir? Es imposible; hace meses que no voy al cine, tengo otras prioridades, que son comer, la luz y muchísimas cosas", lamenta. Yolanda confiesa estar "triste" por una situación que le "supera".

Por último, lanza un mensaje a Christine Lagarde y a los políticos: "Ya está bien. Dejemos de trincar y robar, las fiestas, la coca, la prostitución... Pongamos las cosas donde hay que ponerlas, que ya está bien". "Tengo pocos días de fiesta, pero los que tengo, lloro", zanja Yolanda.