Sara Fernández dedica prácticamente la integridad de su sueldo a pagar su hipoteca 'creciente'. "Cobro 1.200 euros y pago casi 1.000 euros de hipoteca", señala Fernández, madre de dos hijos. Además, su marido, autónomo, está de baja, lo que complica todavía más la situación económica familiar.

"El director de mi banco me intenta ayudar, pero desde arriba no le dejan ayudar al cliente", lamenta Fernández, quien expresa que el director de la sucursal "tiene poco margen". Ante esta situación, la mujer se ha visto obligada a pedir ayuda a sus padres para poder hacer frente a los gastos.