En los años 60 España y Estados Unidos hacían buenas migas. Franco 'compadreaba' con el presidente Eisenhower y los americanos disponían de jugosas bases militares en el país. En plena Guerra Fría, surcando los cielos de la geografía española, empezaron a aparecer aviones como los que pueden observarse en el vídeo superior. Los bombarderos norteamericanos cargaban toneladas de material radioactivo.

En 1966 cuatro artefactos nucleares cayeron al mar frente a la pedanía de Palomares, en Almería. Los estadounidenses bucearon para recuperarlos, pero no fueron capaces de encontrar una de las bombas hasta tres meses más tarde. Lo hicieron con la ayuda de un pescador local, Paco el de la bomba.

Esto supuso un escollo para el turismo, por lo que el ministro, Manuel Fraga, creó una campaña de marketing pegándose un buen chapuzón para demostrar que no existía peligro de radioactividad. Pese a los largos de Fraga el plutonio había calado y Estados Unidos se comprometió a arreglar el desastre. Sin embargo, 57 años después Palomares sigue siendo una de las zonas de España más contaminadas en España por la radiación.