Tras las dos primeras muertes por viruela del mono en España, el inmunólogo Alfredo Corell destaca en Sábado Clave que se están produciendo cadenas de transmisión "inusitadas" y "sorprendentes", por primera vez desde los 70 fuera de África. "Las autoridades se deberían poner las pilas un poco en la prevención", advierte.

Por otra parte, el especialista cree que lasrecomendaciones de la OMS, cuyo director aconsejó a los hombres que practican sexo con hombres reducir su número de parejas sexuales, causando indignación en la comunidad LGTBIQ, "son controvertidas y tienen parte de razón, pero no son acertadas". En este sentido, Corell destaca que es "incidental" que en este momento este sea el colectivo más afectado: "Ser un hombre que tiene sexo con hombres no es una práctica de riesgo, ni debe ser estigmatizado", apunta.

"Yo hubiera dicho que todas las personas, tengan la condición sexual que tengan, que practiquen el sexo libre, que es perfectamente loable, que durante unas semanas limiten el número de contactos y se limiten a parejas que tienen conocidas, no empiecen con nuevas parejas, pero sean de la condición sexual que sean", corrige el profesor, que insiste: "El hecho de que en este momento sea más frecuente en hombres es una casualidad".

La viruela del mono, en todo caso, no es una enfermedad de transmisión sexual y, a este respecto, Corell señala que "el 90%" de los casos "han sido por contacto estrecho piel con piel, que puede ser durante actividad sexual o puede ser por otros motivos", como un abrazo o un beso, y advierte de que "hay hasta un 10% de contagios que no han sido por contacto piel con piel". Como ejemplos, cita el brote en un estudio de tatuajes en Cádiz o los contagios detectados entre convivientes e incluso "personas que han compartido vasos de bebida, porque hay mucha cantidad de virus en la saliva".

Así las cosas, el experto lanza una advertencia sobre esta enfermedad: "Puede pegar el salto y empezar a alcanzar a personas vulnerables y eso es lo que hay que prevenir". Por eso, recalca la necesidad de que "los ancianos, los niños y las embarazadas y cualquier persona con sistema inmunocomprometido no lleguen a tenerlo porque, aunque sea leve, hemos tenido ya dos fallecidos y puede haber alguno más en los próximos días".