Para las próximas elecciones europeas, la lucha de los populares no está tanto en la izquierda. El juego político de la derecha española vive tiempos de revolución. Hasta ahora el poder del PP en territorio conservador, exceptuando partidos nacionalistas, era casi total. Por la derecha más extrema un pequeño grupo de partidos ultras apenas le come algunos votos. Son los nostálgicos.

Según el último barómetro del CIS, sólo un 2% de la población española se siente de ultraderecha, poco más de medio millón de personas. De ellos, sólo 74.000, menos de un 15%, votaron en las últimas generales a partidos ultras. El verdadero temor del PP está en el nuevo partido que come votos entre los ultras y el ala más a la derecha del PP. Su nombre: Vox.

Entre sus fundadores, José Antonio Ortega Lara. Para el Partido Popular, tener a Ortega Lara como rival político supone enfrentarse a parte de su memoria. Tras su duro secuestro por ETA, llegó a ser candidato del PP. Pero tras las elecciones de 2008, abandonó el partido por diferencias ideológicas. La ideología de VOX tiene una línea conservadora clara: centralismo a ultranza y no a los nacionalismos. De momento, nada más nacer, una encuesta de NC Report para 'La Razón' dice que VOX ya podría hacerse casi con un 4% de los votos del PP en las europeas.

Al PP también le llegan los competidores por el centro: UPYD y una nueva propuesta, Ciutadans. Unión Progreso y Democracia ha triplicado su número de votantes en las encuestas en sólo dos años. Parte de su discurso trata de convencer al votante del PP. Ningún miembro del partido de Rosa Díez ha querido hablar en este programa.

Sí nos ha recibido la otra gran alternativa que compite por los votos de la derecha moderada, Albert Rivera. Su partido, Ciutadans, triplicó en las últimas autonómicas el número de diputados en el Parlament de Cataluña. Ahora pelea en toda España. Se presenta a las europeas con vocación estatal y ha creado Movimiento Ciudadano, un manifiesto programático que aspira a convertirse en partido político y hacerse con el voto del descontento. Lo han respaldado con su firma nombres como Isabel San Sebastián, Alfonso Rojo, Tomas Guasch o Javier Nart. El padre de Marta del Castillo les ha acompañado en un acto.