Desde su infancia en el pueblo austriaco de Braunau am Inn se acostumbró al rechazo y a las palizas de su padre. Javier Rodrigo, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona, señala que "se suele hablar del maltrato del padre en la casa de los Hitler, al igual que el abandono del padre de Franco".

A los 16 años, decide abandonar los estudios para dedicarse a su vocación artística, y a los 18 decide irse a Viena para intentar vivir de la pintura. Sin embargo, parece que su talento no daba para tanto.

"Tiene frustración porque su vocación no la puede hacer con estudios reglados. Sobrevive pintando acuarelas que va vendiendo como puede en Viena", explica el profesor de Historia del Pensamiento en la Universidad del País Vasco, Jesús Casquete.

Una situación que le llevó a entrar en contacto con la mendicidad, y es que, en esa época, el hambre acechaba al artista.

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