En septiembre se convierte en el candidato a la Presidencia del Gobierno. Y en octubre del 89 pierde sus primeras elecciones frente a Felipe González. Unos meses después, Fraga abandona la presidencia del PP y le cede todo el poder. Aznar se convierte en el líder absoluto de la derecha. Y Felipe González en su obsesión. Basa su oposición en mensajes claros y repetitivos. Sobre los GAL. O contra el propio presidente.

Fraga abandona la presidencia del PP y le cede todo el poder

En 1996 llega su gran momento. Aznar gana por poco a un PSOE machacado por los escándalos de corrupción: el caso Roldán, Filesa o los GAL. Su ajustada victoria le obliga a negociar con los nacionalistas para poder gobernar. Son los años más conciliadores de Aznar. Para eso empieza a hablar catalán en la intimidad. Inicia un breve diálogo con ETA tras la tregua del 97 y pacta sus políticas con los sindicatos.

La primera legislatura de Aznar está marcada por la entrada de España en el euro y por una ley que marcará de forma entonces inimaginable el futuro de España: la Ley de Liberalización del Suelo.

Aquella ley, unida a la cantidad ingente de dinero que los bancos alemanes y franceses invierten en España, y a los tipos de interés más bajos conocidos hasta entonces, convierten España en una máquina de crear riqueza y empleo. Resultado: mayoría absoluta del PP en las elecciones de 2000.

Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el presidente se alinea con los Estados Unidos

Durante esta segunda legislatura España sigue creciendo a un ritmo muy superior al de la media europea. Pero Aznar ya no depende de los nacionalistas. Y el cambio en su forma de gobernar es radical.

Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el presidente se alinea con los Estados Unidos de George Bush y se aleja de Europa. Pasará a la posteridad su fotografía en la cumbre de las Azores con Bush y Blair, unidos para invadir Iraq. Una decisión justificada con informaciones que el tiempo demostró falsas.

El desastre del Prestige, la penosa gestión del accidente del Yak 42, el decretazo y posterior huelga general de 2002 y, sobre todo, su gestión posterior a los atentados del 11 marzo en Madrid, donde se intentó hacer creer que era ETA; ayudaron a la derrota del PP en las elecciones.

Tras dejar la política, Aznar se dedica a la actividad privada. Es consejero del grupo NewsCorp de Ruphert Murdoch y asesor de Endesa, además de presidente del PP y de su fundación, FAES.

Además ha tenido tiempo de aprender idiomas y cultivar su cuerpo, que ha sufrido una transformación espectacular por el intenso ejercicio físico.