Los ultraortodoxos que habitan Israel llevan mal compartir espacio con las mujeres o con otros colectivos, llegando al punto de defender su intransigencia a cuchilladas. Por supuesto, muchos de estos individuos están a favor de la guerra. Sin embargo, cuando laSexta Columna les pregunta directamente, aseguran que "la gente de Dios no iremos al ejército".
Sonia Sánchez, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, explica en el vídeo sobre estas líneas que, entre varios privilegios como "exenciones fiscales y ayudas por parte del Estado por el mantenimiento de hijos, por vivienda más asequible", la población ultraortodoxa "está exenta de realizar el servicio militar si están estudiando en escuelas religiosas o yeshivás".
Con la excusa de estudiar la Torá, más de la mitad de los ultraortodoxos se han librado del servicio militar obligatorio en Israel. Sin embargo, ahora la Justicia les obliga a cumplir con el ejército como al resto de israelíes.
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En la actualidad, la comunidad ultraortodoxa recibe anualmente unos 3.000 millones de euros del Estado y hoy son más del 13% de la población del país, convirtiéndose en votantes decisivos que han servido para colocar a siete ministros de 33 en el Gobierno que sostiene a Benjamín Netanyahu.
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