A sus 102 años, Miquel Morera, quien luchó en el bando republicano en la Guerra Civil, todavía recuerda la alegría que sintió cuando se proclamó la República en Barcelona. "Yo tenía 11 años, y fuimos a la Plaza Cataluña. Había mucha alegría en todos", contó a laSexta Columna.

Sin embargo, su padre se mostró desconfiado, y dijo que si no iba "con sangre", iba a durar poco, una premonición que se cumplió cuando Miquel tenía solo 16 años. La guerra acabó con su infancia, pero empujado por los valores que le acompañaron durante la cuna, Miquel no dudó en acompañar a su padre en el bando republicano. "Yo lo sentía. Yo siempre en mi casa hemos sentido el republicanismo. Todos éramos voluntarios", expresó, tras lo que reconoció que mató "mucho", a tantos como se le "presentaron en el punto de mira de la ametralladora. "Era supervivencia. O él o yo", defendió.

Uno de los momentos más complicados que recuerda Miquel de la guerra fue cuando le trasladaron a Castellón, donde Hitler estaba aprovechando la Guerra Civil para probar la capacidad destructiva de su aviación. "Un día yo estaba en la cama y empecé a escuchar como un silbido, y pensé que una bomba venía directa hacia mí, pero tuve ocasión de tirarme al suelo y meterme bajo un colchón. Justo en ese momento toda una pared se derrumbó encima del colchón, y se me quedó el somier marcado en la cara y no podía respirar", recordó Miquel.

El hombre contó que "hubiese muerto en ese sitio, si no hubiera sido por los ayudantes de la armería". "Y cuando salí, fui con los demás ayudantes a recoger trozos de lo que antes eran personas. Era terrible", manifestó el superviviente de la Guerra Civil, a quien robaron "todo", "la juventud, y la familia".

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores reportajes de laSexta Columna, como este emitido el 27 de mayo.