Boicot a un genocidio
Tuly Flint, el excomandante israelí que llama al boicot a Netanyahu: "Eres más patriota cuando te niegas que cuando obedeces"
¿Por qué es importante? En Israel también hay un boicot interno al genocidio en Gaza. Lo lideran personas como Tuly Flint, un excomandante del Ejército que ahora es activista por la paz y atiende a reservistas traumatizados por las atrocidades que han visto.

En Israel, algunos de los que han vivido la ocupación de Israel de Palestina desde dentro empiezan a rebelarse ante el genocidio en Gaza.
Es el caso de Tuly Flint, que se unió al Ejército israelí en 1985 y llegó a ser comandante de un grupo con 117 soldados a su cargo. Cree que contando su terrible experiencia puede boicotear a Benjamin Netanyahu desde dentro.
"Mis soldados y yo como comandante hicimos las cosas que están haciendo las fuerzas de ocupación de todo el mundo: demolición de casas, detenciones en la noche, aterrorizando a los civiles para que no nos ataquen y confiscando cosas", explica Flint, que asegura que "la palabra Palestina fue prohibida. Intentamos borrarla".
Ahora, denuncia en actos públicos lo vivido en sus muchos años en el Ejército, donde ha llegado a contar que "uno de mis amigos disparó a alguien que tiraba piedras".
Tuly sabe que en la actual invasión de Gaza todo es todavía peor: "Se han cruzado las líneas rojas, se han cruzado las líneas negras", afirma el exmilitar, que defiende que "eres más patriota cuando te niegas que cuando obedeces".
Este excomandante acabó dejando las armas y en este momento trabaja para asociaciones que buscan la paz. Como ejemplo, recuerda que durante su etapa en el Ejército selló algunas cuevas en las montañas porque se consideraban una amenaza. 10 años después, volvió para abrirlas junto a los habitantes del pueblo.
Sin embargo, su vida cambió de nuevo cuando, después del ataque terrorista del 7 de octubre, Israel le exigió volver al Ejército.
Llamada a filas
Tuly forma parte de la organización Combatientes por la Paz, donde conoció a palestinos que hoy puede llamar amigos, y a los que les dolió especialmente que respondiera a esa llamada del 15 de octubre pidiéndole volver a filas: "Me decían: 'Estás en el Ejército otra vez... ¿vas a volver a luchar? ¿Cómo puedes ser un activista por la paz y luchar?", comenta.
Durante 8 meses, Tuly ejerce de terapeuta de los mismos soldados que le habían golpeado y detenido por protestar en los asentamientos ilegales de Cisjordania. Pero le bastó muy poco para corroborar que aquella brutalidad iba a más: "Los primeros meses estábamos impactados, sentíamos que era el fin del Estado de Israel", afirma.
Sin embargo, cuando quedó claro que, según Tuly, "estaba siendo gestionado de una manera muy equivocada y brutal", decidió renunciar.
Renuncia, llamada al boicot... y expulsión
Junto con otros oficiales reservistas, Tuly firma dos cartas exigiendo acabar con la guerra y llamando al boicot. La respuesta que obtuvo fue su expulsión definitiva del Ejército.
El ya excomandante israelí cuenta que recibió la llamada de un oficial de alto rango que, primero, le dio las gracias por su servicio. Después, afirma, le dijo: "Estoy de acuerdo contigo, pero debo decirte que no te vamos a llamar más para el Ejército porque estás en contra de la guerra, entonces se supone que estás en contra del Ejército".
Ya fuera del Ejército israelí, sigue tratando a soldados traumatizados por las barbaridades que han visto. "La gente habla de noches de insomnio, de violencia, de cosas que han visto... la gente habla de cosas que han hecho, de la cantidad de destrucción y demolición en Gaza...", explica.
Tuly hoy tiene tanto trabajo en su consulta, que se ve obligado a cortar abruptamente la entrevista: "Tenemos que acabar".
*Puedes ver el programa completo de laSexta Columna Boicot a un genocidio en atresplayer.