Frontera entre Marruecos y Ceuta. 5:45 de la madrugada del 6 de febrero. Las cámaras de la Guardia Civil detectan a un grupo de entre 200 y 400 inmigrantes que baja de un monte cercano a la frontera. Avanzan hacia la valla que separa Marruecos de España.

A las 7:35 horas hacen un primer intento de entrar en Ceuta por esta zona de la frontera. Un puente de entrada de mercancía. Pero tardan pocos minutos en comprobar que por allí no es posible cruzar.

El grupo corre unos 500 metros en paralelo a la valla hasta el paso de El Tarajal. Tampoco por allí consiguen cruzar a territorio español. Así que prosiguen su camino hasta la playa que hay justo al lado de la aduana. Al menos 150 de ellos entran al agua para intentar bordear el espigón que separa los dos países. El resultado: al menos 15 de los inmigrantes mueren ahogados o aplastados en el mar.

Las versiones sobre lo ocurrido se contradicen
Hasta aquí, el relato de los hechos que están más o menos claros. Pero los detalles de qué ocurre realmente entre el primer intento de cruzar la frontera y la muerte de los inmigrantes son aún un misterio.

La primera versión oficial la da el delegado del Gobierno en Ceuta el mismo día de la tragedia: por la mañana dice que la Guardia Civil no ha intervenido. Pero por la tarde rectifica y asegura que sí usaron material antidisturbios, pero sólo en tierra. Dice además que los inmigrantes eran extraordinariamente violentos.

Para intentar demostrarlo, el Ministerio distribuye un vídeo. En él se ve al grupo de inmigrantes bajar de la montaña de noche. Llegan hasta la valla y corren en paralelo a ella. Más tarde, ya completamente de día, se ve como un grupo de ellos tira piedras contra un puesto fronterizo.

Los inmigrantes se defienden: dicen que lo hicieron por rabia. Para entonces, los cadáveres de nueve de sus compañeros cubrían ya la parte marroquí de la playa de El Tarajal.

El director de la Guardia Civil respalda la versión del delegado del Gobierno. Dice: que los inmigrantes no llevaban flotadores, que ninguno llegó a pisar suelo español, y que la Guardia Civil en ningún caso disparó contra los inmigrantes mientras estaban en el agua.

Pero laSexta emite por primera vez el vídeo de un testigo de los hechos que demuestra que ninguna de esas afirmaciones es cierta. Se ve cómo varios guardias civiles disparan pelotas de goma a un grupo de nueve inmigrantes que intentan llegar a nado a la parte española de la playa. Además se ve claramente cómo los nueve llegan a tierra. Allí les esperan agentes de la Guardia Civil que, nada más llegar, los llevan al otro lado de la valla fronteriza y los devuelven a Marruecos, algo ilegal, según la mayoría de los expertos.

A pesar de las evidencias, el director de la Guardia Civil no solo mantiene su versión, sino que endurece su discurso. Un día después, Fernández Mesa visita Ceuta para apoyar la actuación de la Guardia Civil.

El Ministro del Interior tiene que acudir al Congreso para dar explicaciones. Sólo tarda 12 minutos en dejar en evidencia al Director General de la Guardia Civil. Reconoce que algunos inmigrantes llevaban flotadores. Luego, admite que algunos agentes dispararon bolas de goma, botes de humo y cartuchos de fogueo cuando los inmigrantes ya estaban en el agua.

El ministro reconoce que 23 inmigrantes llegaron a la parte española de la playa. Pero, insiste: no llegaron a pisar suelo español. ¿Por qué? Según su versión, no se puede hablar de expulsión en caliente, prohibida por la Ley de Extranjería, sino de rechazo.

Ante la tragedia, el Gobierno toma dos medidas: ampliar la valla del espigón para que se adentre más en el mar, y pedir al Gobierno marroquí un sistema que permita las devoluciones inmediatas. Anuncia que cambiará la ley de Extranjería para regularlo. La Unión Europea ha enviado al Gobierno español una carta exigiendo explicaciones por lo ocurrido.