Cuando la Guerra Civil alcanzó Granada, Federico García Lorca se refugió en un lugar aparentemente seguro, la casa del padre de su amigo y también poeta Luis Rosales: "Pensaba que al ser ellos falangistas estaba más protegido", explica Gerardo Rosales, sobrino de Luis Rosales.

Hoy este lugar es un hotel al que peregrinan muchos seguidores de García Lorca, pero en 1936 fue la casa en la que pasó su última semana de vida. Gerardo acompaña a laSexta Columna por los lugares donde jugaba de pequeño e incluso la habitación donde el poeta se refugió con su arte en sus últimas horas.

Ramón Ruiz Alonso, diputado de la coalición de derechas CEDA y miembro de las escuadras que sembraron el terror en Granada tras el golpe de Estado de julio del 36, fue el que obligó al propio Luis Rosales a confesar que escondían a Lorca: "No tuvo más remedio que admitirlo, se estaba jugando la vida él también", afirma Gerardo en el vídeo sobre estas líneas donde el programa analiza cómo fue la detención del poeta y explica el lugar más probable en el que podrían estar sus restos, todavía sin encontrar.

"Decían que hacía más daño con la pluma que algunos con pistolas"

En este vídeo, laSexta Columna analiza con expertos la figura de Federico García Lorca y cómo la fama alcanzada en 1936 y su compromiso cultural y político terminó convirtiéndole en objetivo del bando sublevado al principio de la Guerra Civil.

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