En 2011 el déficit acabó en el 8%. El objetivo impuesto por Europa para 2012 era bajarlo al 6,3% y el Gobierno presume de haberlo dejado en el 6,7%. Pero hay truco, porque no incluyen las ayudas a la banca, obligatorias para elaborar el dato. Con ellas, en realidad la cifra de déficit sería del 9,9%.

Y como el déficit no baja, la deuda pública sigue subiendo. En 2012 la deuda pública de las administraciones españolas aumentó 400 millones de euros cada día.  277.000 euros al minuto. Es el récord de toda la historia. Consecuencia de esto: España pierde riqueza. El Producto Interior Bruto ha caído un 1,4% en 2012. Es el segundo peor dato desde 1970.

Además, el empleo también cae en picado. Desde que se aprobó la reforma laboral hace un año 800 mil empleos han sido destruidos, la tasa de es del paro 26%  y rozamos los 6 millones de parados. Ante la falta de perspectivas, casi un millón de personas se han marchado de nuestro país en los dos últimos años.

En el último trimestre de 2012 los sueldos han bajado un 8,5%. Menos dinero en la nómina y más IVA, igual: el consumo se hunde. Ante la evidencia de los números, llega la gran pregunta. ¿Sirve la austeridad para solucionar el problema a largo plazo?