Celia está a punto de cumplir 35 años, y durante la mayor parte de los 10 que lleva trabajando, ha intentado dedicarse a lo que estudió. Hace tres años decidió pasarse a la enseñanza para ganar estabilidad, pero su sueldo de 800 euros solo le daba para compartir piso en Málaga. Apenas sale con sus amigos, tal y como cuenta en este vídeo, y si viaja, es porque la invitan.

Para ella, comprarse una casa parece un imposible. Y, sin embargo, hay quien cree que el problema de los jóvenes para acceder a la vivienda es su gasto en ocio. La periodista Elisa Beni afirmó en 'Espejo Público' que antes "la gente se metía en una hipoteca y no viajaba al extranjero, mientras que ahora los jóvenes, el que más y el que menos, se ha recorrido Europa". "Los jóvenes tienen opciones lícitas, vivir la vida, conocer, salir, moverse y nuestros padres compraron la casa, no salían a los bares, se sacrificaban", manifestó.

Sin embargo, Antonio Maestre no comparte esta opinión, y cree que "es completamente de aurora boreal pensar que puedes tener los recursos necesarios para tener una vivienda simplemente quitándote las cervezas, el ocio digital o los tres viajes que puedas hacer al año". "El problema de la clase trabajadora es de unos salarios bajos con los que no puedes conseguir el capital necesario para acceder a una vivienda", defiende el periodista.