La izquierda advierte de que un grave peligro amenaza, una gigantesca ola "reaccionaria" que se extiende por todo el mundo. La derecha y la extrema derecha ganan en España, como últimamente también hemos visto en otros países vecinos, como Grecia o la Italia de Giorgia Meloni, empleando casi siempre las mismas recetas.

"Ese tipo de divisiones y de particiones tan violentas en dos del tablero político se está ensayando con éxito en todos los países de Occidente por parte de este tipo de opciones y los partidos conservadores tradicionales se están viendo arrastrados: o Sánchez o España, comunismo o libertad", comenta Ángel Munárriz, periodista de InfoLibre, en el vídeo sobre estas líneas. "Hay un cuestionamiento muy claro de las políticas de género, ataques a lo que ellos llaman la izquierda woke y los temas que giran en torno a la llamada cultura de la cancelación", apunta por su parte Máriam M. Bascuñán, profesora de Ciencias Políticas de la UAM.

Durante la campaña, izquierda y derecha se han enfrentado a cuenta de Doñana. El Gobierno atacaba al PP con los argumentos de expertos y autoridades europeas, pero los votantes, el domingo, en Huelva han pasado de escoger a la izquierda a darle la mayoría a la derecha. Frente a una izquierda que defiende tomar medidas frente al cambio climático, una derecha que propone medidas tan asequibles como ineficaces como "en un balcón que cada uno tenga su planta" que proponía Ayuso. "La derecha creo que se está demostrando más eficaz en la presentación y difusión de ese tipo de ideas sencillas para gente no excesivamente comprometida con ningún partido en concreto", afirma Munárriz. 

El Gobierno insiste en presumir de datos económicos, de protección social frente a recortes, pero ya ha endurecido su mensaje después de adelantar las elecciones apelando al sentimiento.