Justin Scheck, periodista de investigación de 'The New York Times' lleva años indagando sobre el hombre más poderoso de Arabia, el príncipe heredero Bin Salmán.

"Es muy rico, y como muchas personas muy ricas en los 20 y los 30 años gasta mucho dinero en fiestas. Le gusta comprar casas elegantes, barcos elegantes...", detalla.

Gracias a las investigaciones de Scheck ha salido a la luz que Bin Salmán derrocha importantes cantidades de dinero comprando yates, o adquiere versallescos palacios en Francia valorados en 275 millones de euros.

Gastos obscenos que le han llevado incluso a alquilar una isla en Maldivas para una fiesta secreta.