El origen de los acontecimientos que terminarían con la ejecución de Salvador Puig Antich en marzo de 1974 se remonta hasta julio de 1973, en unos billares. En una céntrica plaza de Barcelona, donde hasta hace no mucho había un pequeño parque de atracciones hoy desaparecido, el joven Puig Antich se divierte en el bar con sus compañeros del MIL, el grupo anarquista al que pertenece, pero acaban discutiendo. 

"Tienen una riña y se olvidan un bolso con la documentación de prácticamente todos", comenta en el vídeo sobre estas líneas Gutmaro Gómez Bravo, catedrático de Historia de la Universidad Complutense. El olvido de Salvador acaba siendo determinante para empezar a identificar a ese misterioso grupo de anarquistas que lleva meses apareciendo en la prensa por sus atracos a bancos en Barcelona, Girona o el sur de Francia. 

Carme Puig Antich, hermana de Salvador, explica a laSexta Columna el primer día que la policía fue a buscarlo a su casa: "A las tres de la madrugada, toda la escalera llena de grises. La policía decía 'entramos, registramos y tal y cual', dijimos 'el papel del registro' y mi padre 'no, no, pasen, pasen', tenía un miedo que se moría".

"Detienen como a 20 personas y realizan 15 registros y, a partir de ahí, van acumulando más y más declaraciones, en la que ya uno de ellos, apodado 'El Secretario', dice que tiene una reunión al día siguiente con el 'Metge', con el 'Médico', que es Puig Antich", explica Gutmaro.