En la Biblioteca Nacional de Madrid se apilan miles de manuscritos huérfanos que susurran palabras escritas por quién sabe quién, anónimas hasta hoy. "En muchas comedias del Siglo de Oro no tenemos atribución", explica María José Rucio, jefa de servicio de Manuscritos e Incunables. 

Una de esas obras es 'La francesa Laura', para la que se llevó a cabo una misión no lograda en cuatro siglos: encontrar al famoso autor de esa comedia.  

La búsqueda lleva a laSexta Columna hasta otra biblioteca, la de Valladolid. Allí, la dupla formada por Germán Vega y Álvaro Cuéllar, asistidos por la inteligencia artificial, ahora pueden leer estas letras. "Ha venido muy bien que la inteligencia artificial se atreva a leer manuscritos que tenían muy descuidados los investigadores", comenta Germán. Ahora, en milésimas de segundo, comparan el texto anónimo con miles de obras digitalizadas en la Biblioteca Nacional, la más importante del mundo en fondo teatral. 

Álvaro señala que, precisamente en el caso de 'La francesa Laura', "los resultados fueron muy sorprendentes", al descubrirse que el autor de la obra era Lope de Vega. A partir de ahí, explica Álvaro, "el experto siempre tiene que estar en todos los procesos que involucra la inteligencia artificial, y por supuesto no fiarse 100% de lo que indica la máquina". 

Gracias a la inteligencia artificial, la humanidad ha podido disfrutar de una obra inédita que, sin embargo, está al mejor nivel de Lope de Vega, como apunta Marta Poveda, directora de la representación teatral en Madrid. "Supone una alegría, como si encontramos un Velázquez", afirma.