Vox lo anunciaba como la primera noche del resto de sus vidas. Del "salimos a ganar" de Santiago Abascal, al "mi teoría es que hay un complot progre para que ganemos" de Espinosa de los Monteros pasando por la "reconquista" de Ortega Smith. Todos creían que e estaba escrito: al caer el sol, llegaría el desenfreno.

Esperaban con ansias que tras las elecciones se celebrara una inolvidable fiesta antiprogre. En palabras de Espinosa de los Monteros: "El domingo… ¡ay, esas caritas! Lo que vamos a disfrutar el domingo con los progre".

El día del señor llegó. Y aunque el salvador (Santiago Abascal) prometiera que la profecía se había cumplido hablando de "milagro", las caritas de los progres en la Calle Ferraz eran de felicidad.

Eso sí, las caritas en la Plaza de Colón (donde Vox celebró su acto tras las elecciones), eran más tristes. Sus propios votantes aseguraban que se "esperaban más", que no estaban tan contentos…

Daba igual sus intentos por animar a la tropa, como el de Ortega Smith: "Compatriotas, la resistencia ya está dentro del Congreso. Y no vamos a parar". El público no estaba para fiestas. Incluso a Abascal casi se le olvida lo más esencial: el himno.

El comparativo (y genial) vídeo que mezcla Apocalypse now con Espinosa de los Monteros (Vox)

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