Si existe el paraíso en la tierra, está en el noreste de Panamá, en un archipiélago de 360 islas. Allí viven 47 comunidades indígenas, pero la subida del nivel del mar por esta emergencia climática amenaza con tragarse sus islas.

"Los más evidentes son refugiados climáticos cuyos pueblos desaparecen por la subida de nivel de mar. Después también tenemos refugiados que tienen que huír también porque no tienen las condiciones necesarias para seguir viviendo", ha explicado Andreu Escrivà, doctor en biodiversidad.