Miles de ciudadanos españoles cruzan a diario nuestra frontera más próxima con Reino Unido para trabajar en territorio gibraltareño. María es una de esas personas: vende audífonos tanto en Gibraltar como en La Línea de la Concepción (Cádiz). Y sí, ella también teme lo que podría ocurrir si se produce un Brexit duro y la frontera pierde la fluidez actual.

"Perdería toda la clientela que tengo allí, eso suponiendo que se cierre y no haya paso, eso espero que no, pero vería mermada mi economía personal", apunta María.

El temor de María se funda en el reciente recuerdo de episodios pasados. En 2013, los británicos arrojaron bloques de hormigón en la bahía de Algeciras y España respondió endureciendo los controles en la frontera con Gibraltar y tocó esperar durante horas, con el consiguiente enfado de quienes atraviesas ese paso a diario.

"Las colas eran andando, aparte del coche… En coche ya era quedarte cinco horas pero en colas te podías quedar tres andando (...) Era un caos", recuerda María. Y continúa: "Además daba igual que hubiera niños chicos (...) Y personas mayores también había".