Los contenedores marítimos transportan nuestras ansiadas compras para el Black Friday y también comida para la ganadería. Cereales importados de medio mundo, cuya disponibilidad y precio depende del colapso internacional.
"Para la alimentación del ganado, el 60 o el 70% viene de fuera. Todo este retraso en entregas afecta", sostiene Rafael González, ganadero de Suerte Ampanera (Colmenar Viejo, Madrid). A diferencia de la mayoría de ganaderos, Rafael no está especialmente preocupado por esa especulación. Tiene 2.000 cabras, pero no depende de piensos lejanos porque lo obtiene de una cooperativa ecológica de Zamora.
"Intentamos que los que nos suministran tanto el pienso como los forrajes sean todos agricultores de cercanía y de producto nacional. Por eso a nosotros no nos afecta la subida de precios que pueda venir marcada de fuera", añade.
Sin embargo, es imposible escapar. No les afecta el precio del grano extranjero, pero sí el de la energía. Y mucho. "El combustible y la energía ha subido, tenemos máquinas, tractores, ordeñadora...", destaca.
Para intentar paliar el aumento del precio de la energía, Rafael ha contemplado tres opciones. La primera es instalar más placas solares, pero el suministrador está esperando material de China. La segunda, volver al método tradicional y ordeñar a mano, pero necesitarían a 30 o 40 personas y la gente ya no sabe ordeñar. Descartadas estas posibilidades, la tercera opción parece la más realista: "Vamos a aguantar hasta enero a ver si la cosa se estabiliza o baja, pero, si no, tendremos que subir los precios en enero".
Además, laSexta Columna también charla con Juan Antonio, que lleva 30 años trabajando como camionero, sobre la falta de relevo generacional en su sector. Puedes ver el momento en el vídeo que se incluye a continuación.