En las elecciones de 1936 el Partido Comunista obtuvo 17 diputados, un éxito político que siguió aumentando. "El partido llega a las vísperas de la Guerra Civil con un cierto despegue. Pero, sobre todo, su despegue hasta alcanzar los casi 300.000 militantes va a tener lugar durante los dos primeros años de la guerra civil, 1936 y 1937", indica Fernando Hernández Sánchez, doctor en Historia contemporánea.

El mayor crecimiento del Partido Comunista fue unido al de las bombas que llovían sobre España. A través del PCE, la República obtuvo ayuda de la Unión Soviética, previo pago del famoso oro de Moscú.

"La llegada de suministros militares procedentes de la Unión Soviética se van a compensar mediante el envío de los depósitos de oro del banco de España. Además, llegaron las brigadas internacionales, que fueron impulsadas por la Internacional Comunista", añade Hernández Sánchez.

Con la huida del Gobierno republicano a Valencia, el partido comunista se puso al frente de la defensa de Madrid. En sus películas propagandísticas se escuchaba a Alberti arengar al pueblo y sus carteles alentando a la lucha contra el fascismo se veían en la Puerta del Sol, sede por entonces del Ministerio de Gobernación.

Entre aquellos carteles de guerra hay uno que alerta de la presencia de espías, los llamados 'quintacolumnistas'. En muchos casos, el Partido Comunista los ajusticiaba en las denominadas 'Checas'.

"'Checa' es un acrónimo de la policía política surgida de la revolución rusa, centros de investigación, de detención y, a veces, de ejecución, que llevaron a cabo esas tareas de supuesta limpieza de retaguardia, persecución de 'quintacolunistas' y espías y, en cualquier caso, donde se cometieron excesos que nadie puede poner en duda", apunta Hernández Sánchez.

Excesos como la matanza de Paracuellos, donde se fusiló a más de 2.500 personas supuestamente leales al bando golpista. Asesinatos de los que se acusaba a Santiago Carrillo. Sin embargo, él lo desmintió. "Yo no mandé fusilar a nadie", dijo Carrillo en 2011.

"Las guerras, desgraciadamente, no las hacen los angelitos. Vayamos a lo esencial: la guerra en España se produce por un golpe de estado, por un alzamiento. Hubo unas fuerzas que defendieron la legalidad constitucional", sostiene Enrique Santiago, secretario general del PCE.

Por otro lado, laSexta Columna también refleja el plan de los comunistas para acabar con la dictadura de Franco en plena Segunda Guerra Mundial.