Solo un día antes de morir, Freddie Mercury confirmó oficialmente lo que muchos sospechaban por su aspecto físico: tenía sida.
"¿Nos tenemos que ir acostumbrando a ver caer víctimas del sida cada vez a más figuras de las artes? El último ha sido Freddie Mercury", afirmaba en la época José María Carrascal Carrascal.
La muerte de Mercury dejó en shock a medio planeta. Después, vimos cómo se despedía con honores en la ópera de París a uno de los mejores bailarines de todos los tiempos: Rudolf Nuréyev. Unos años antes, el mundo había visto cómo un galán de Hollywood, Rock Hudson, también fallecía víctima del sida.
Entonces, muchos apuntaron sin contemplaciones hacia los homosexuales, algo a lo que contribuyeron portadas como la que llegó a publicar el prestigioso New York Times. En ella se decía que aquel nuevo trastorno homosexual preocupaba a los funcionarios de salud.
"Sí, esa terminología empezó en Estados Unidos, donde se dieron los primeros casos, que además se fueron dentro del colectivo LGTBI. A partir de entonces comenzaron los tópicos y el estigma y se habló de 'cáncer gay', explica Reyes Velayos, presidenta de CESIDA.
Más Noticias
- Barrancos, el episodio de la Guerra Civil que demuestra que españoles y portugueses son más que vecinos
- La mujer que puso el clavel en el fusil de un soldado portugués se emociona al recordar el histórico momento
- El último capitán vivo de la Revolución de los Claveles desvela cómo surgió: "Tengo un pinchazo con el coche..."
- De acabar última en Eurovisión a iniciar la Revolución de los Claveles: la canción que es historia de Portugal
- "La base del nacionalismo portugués es 'no somos españoles y no queremos serlo'": la reflexión del profesor Diego Palacios
Por otro lado, laSexta Columna resume en este vídeo las lecciones imprescindibles para acabar con el desconocimiento sobre el VIH ¿Se contagia al besar o al practicar sexo oral?
Desmontando el tópico
Barrancos, el episodio de la Guerra Civil que demuestra que españoles y portugueses son más que vecinos
En este vídeo, laSexta Columna se traslada hasta Barrancos, un pueblo en la frontera entre España y Portugal donde sus vecinos se rebelaron contra el dictador portugués Salazar para ayudar a los españoles que huían del horror de la Guerra Civil.