Los jóvenes vascos de los 80 crecieron entre manifestaciones por el cierre de empresas o atentados en los años de plomo de ETA. La fiesta de La Movida de Madrid se veía muy lejos.
Isabel Alba Rico, guionista de 'La bola de Cristal', cuenta que en ese momento fue a vivir a Bilbao y al empezar a hablar de La Movida, la gente respondía: "Y a mí qué me importa". "Me intentaban explicar que la situación política y social era tan distinta que La Movida allí se veía aquí totalmente fuera", explica.
Por su parte, el cantante del grupo de rock 'Zarama', Roberto Moso, cuenta que el 'ya ha acabado Franco, así que ahora toca fiesta' no cuajó nada en Euskadi, sino todo lo contrario, porque "había mucho caldo de cultivo para lo político social y estaba la reconversión que hacía que la gente no estuviera para fiesta".
Según explica, la incipiente industria musical vasca decidió crear una etiqueta que contrastara con la movida madrileña que era la que se estaba viendo por todos los lados y copaba los medios de comunicación. "Quiso ser una contra movida", cuenta. Es el momento en el que en Pamplona surge Barricada, también se crea La Polla Records, Eskorbuto, RIP, MCD o Kortatu.
Las letras del rock vasco tenían un claro mensaje anti sistema. De hecho, 40 años después algunas han pasado a formar parte de la dialéctica política y concretamente fue Oskar Matute el que le comentó a Cospedal: "Tal vez usted y yo estemos de acuerdo en lo que decía Eskorbuto de 'mucha policía poca diversión'".