Seguro que todos han jugado al Tetris en algún momento de su vida. Es el videojuego más popular de la historia y su origen es ruso. Blas Moreno, codirector y analista en 'El Orden Mundial', comenta que es un juego que "nos remite a esa idea de que los rusos lo tienen todo calculado".

Una idea en la cual creemos que consiguen encajar todas las piezas, algo que nos enlaza también con la creencia de que Rusia manipula e interviene en todas partes. Como en el juego, Rusia poco a poco va intentando complicar las cosas cada vez más a sus adversarios, erosionarlos.

Una partida de Tetris se juega en medio mundo, estando involucrada en los conflictos en Siria, Ucrania, Osetia del Sur, Transnistria, Libia, Asía central...

Tras la disolución de la Unión Soviética como superpotencia, se pensaba que Rusia había desaparecido del mapa, firmando su particular 'Game Over'. Sin embargo, en la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2007, todo cambió.

Con los principales mandatarios mundiales a escasos metros, Putin criticó un mundo dominado solo por Estados Unidos. A lo largos de los años, el número de bases de de Estados Unidos y de la OTAN ha ido aumentando y acercándose a Rusia, algo que no ha gustado a Putin.

Desde hace una década Putin ha empezado a presumir de músculo armamentístico... y a utilizarlo. La gota que colmó el vaso tuvo color naranja. Con la revolución de Ucrania, el gobierno prorruso fue derrocado.

Rusia acusó a Estados Unidos de financiar las revueltas. De los golpes en el parlamento Ucraniano se pasó a los golpes en el campo de batalla y Putin terminó anexionándose la península de Crimea y cabalgando por ella en gran cilindrada.