Las generaciones venideras podrían sufrir algo que sea ya irreversible. Hartos de desgarradoras imágenes de osos polares, la sociedad, lejana a sufrir las consecuencias del deshielo, mira hacia otro lado y deja de escuchar.

Andreu Escriva, doctor en biodiversidad, asegura que a pesar de ser una clara imagen de las consecuencias, la sociedad recibe las imágenes de forma pasiva: "Es muy mal ejemplo. Mucha gente lo ve, sabe que hablas del cambio climático, pero piensa que a él no le afecta. A alguien de Cuenca de Granada o de Vigo no le afecta que tenga más o menos hielo".

Pero las imágenes desgarradoras ya se expanden a todos los ámbitos. El cambio climático es un problema generalizado, y podría acabar con las próximas generaciones si no se toman medidas para paliarlo.